En breve lo más seguro es que me quede en el paro, y estudiar inglés es lo que tengo más claro, pero no sé si seguir estudiando aquí en academias y en casa claro, o marcharme fuera a estudiar y/o trabajar.
La idea de irme a otro país no me hace ninguna ilusión la verdad, y no sé si con mi pre-intermediate podré desenvolverme. También está el tiempo. Si me marcho no quiero que sea superior a 6 meses. ¿Crees que en ese tiempo o menos se puede hacer algo? ¿Y qué hacer allí? ¿Ir de aupair, ir a trabajar o sólo a estudiar? ¿Para pocos meses que me recomiendas? ¿O, quizás, es mejor quedarme aquí, y cuando tenga un mejor nivel de inglés irme fuera unos meses a estudiar? Estoy hecha un lío.
Lara L.
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Respuesta:
La pregunta de Lara es una pregunta recurrente, casi como la de "cómo mejorar mi listening". Muchas veces he hablado ya en este blog sobre la importancia de "irse a vivir a un país anglosajón para aprender inglés" y "la importancia de arriesgar", etc.
Entonces ¿por qué me vuelven a preguntar lo mismo?
Porque Lara, al igual que muchos otros lectores del blog, necesita una "respuesta a medida".
Lamentablemente, como mi tiempo es escaso, no siempre puedo dar respuesta de manera personal a este tipo de preguntas (tengo el buzón de correo lleno de preguntas similares). Por ello, desde aquí pido disculpas a todos aquellos a quienes me han escrito y no he podido contestar.
Por esta razón, también prefiero contestar a través del blog. De esta manera, con suerte, alguien en una situación similar a la de Lara, quizás, también pueda beneficiarse con la respuesta.
La pregunta de Lara, como muchas otras que me formuláis, tiene dos vertientes. Uno es el aspecto psicológico del problema: cómo me enfrento a la nueva situación de paro en mi vida. El otro aspecto es técnico: qué nivel de inglés necesito para irme a vivir a un país anglosajón, cuánto tiempo debo estudiar.
Como es habitual, ambas vertientes se solapan, por ello, es importante darle respuesta a ambas cuestiones.
¡Socorro! Me han quitado el suelo debajo de mis pies
Cuando yo era aún una niña - tendría unos 11 años- mi vida cambió radicalmente.
(Nota: odio hablar de mi vida personal, pero lo hago porque quizás mi experiencia pueda servir de ejemplo).
Me quedé sin padre (temporalmente) y, al año siguiente, recuperé a mi padre, pero me quedé sin país (yo nací en Chile), sin casa, sin colegio, sin amigos....sin prácticamente nada. Yo, que vivía en un buen barrio, iba a un buen colegio y lo tenía prácticamente todo, me convertí en emigrante. Por tanto, sé perfectamente lo que es empezar una nueva vida desde cero.
Lo que aprendí de esta experiencia fue que la vida es precaria: todo lo que parece que un día que tienes, puedes mañana no tenerlo. Descubres que el suelo debajo de tus pies -aquello que parece tan sólido y que nunca se va a mover- ya no está.
Cuando descubres que te vas a quedar en el paro, te ocurre eso: te quedas sin suelo debajo de los pies.
Aprendiendo a enfrentarse a la precariedad
A veces, la precariedad se manifiesta en tu vida por azar (mi caso: nada de lo que me ocurrió estaba bajo mi control dada mi corta edad), pero, a veces, llega a tu vida porque no has sabido preverla.
Tanto si la precariedad llega a tu vida por azar (el tsunami) como si llega por tu culpa (pereza, miedo, ignorancia), lo más importante es que sepas que existe (aunque no la veas) y que te prepares para hacerle frente si es que llega.
Estos son mis consejos para hacerle frente:
1) Saca el empresario que llevas dentro
Lo que te hace fuerte no es estar dentro de un castillo, aislado del mundo, lleno de costosas posesiones y exquisita comida. No. Lo que te hace fuerte de verdad es tu capacidad para levantarte cuando caes.
Por ello, te pido que "saques el empresario que llevas dentro."
No estoy hablando aquí de magnates, ni de gente que gana millones de euros con negocios espectaculares, ni de gente que explota a los demás a cualquier precio y que estafa (que suele ser la visión que se tiene del empresario en España).
Estoy hablando de ti, de mí, de toda la gente a la cual le ha costado mucho salir adelante y que quiere seguir teniendo un empleo, una vivienda digna, educación y sanidad para si mismo y para sus hijos.
Cuando el hombre vivía en las cavernas - lo leí en algún sitio, ya no recuerdo dónde- era empresario. Sí, salía a cazar y tenía que ganarse el sustento día a día. Para hacerlo "arriesgaba su vida". Eso es para mí "sacar el empresario que todos llevamos dentro". En la actualidad, afortunadamente no necesitas arriesgar tu vida, tan sólo necesitas tener el valor de enfrentarte a las circunstancias y la capacidad de hacer del riesgo una ventaja. En definitiva, no necesitas dinero, ni posesiones para salir adelante. Sólo necesitas la actitud correcta.
2) Desconfía de la comodidad
Hace unos días estuve hablando con una alumna por Skype de cómo era la vida de sus abuelos castellanos en la España de principios del siglo XX. Eran agricultores. Me contó que su abuelo había muerto relativamente joven de un ataque al corazón cuando trabajaba en el campo . Su abuela no se volvió a casar porque -según me decía mi alumna- en su manera de pensar no había cabida para un segundo matrimonio. Su vida consistió sólo en trabajar muchísimo ya que entonces se ganaba sólo lo que daba el campo (no había Seguridad Social ni prestaciones de desempleo).
Luego, llegó la industrialización, la gente emigró a las ciudades y empezó a acostumbrarse a trabajar en una empresa (fábrica, al principio), a tener un sueldo y trabajo fijo (lloviese o no lloviese). Pero hace tan sólo dos generaciones, en España prácticamente nadie tenía lo que hoy llamamos "un trabajo por cuenta ajena", todos eran autónomos (como lo soy yo ahora).
Lamentablemente, a partir del 2008 la situación económica de España (y Europa) ha vuelto a dar un giro, esta vez a peor.
Sí, son otras condiciones y circunstancias -ahora nos enfrentamos a la globalización, la mayor competencia, la menor cantidad de gente activa que sostenga a un creciente número de pensionistas-, pero la vida sigue comportándose igual, nos dice: "lo que ayer te di, mañana puedo quitártelo."
Y a nosotros, lo que nos ha ocurrido es que nos ha engañado la comodidad.
Es fácil descubrir el porqué de este engaño. Cuando todo lo que te rodea es abundancia (tener un empleo fijo puede ser considerado abundancia desde la perspectiva de nuestros abuelos), es muy difícil darse cuenta que la escasez acecha "con sus afilados colmillos" a la vuelta de la esquina. Por eso digo: cuidado con la comodidad.
No estoy diciendo que haya que vivir angustiado pensando que en cualquier momento te van a dar un golpe bajo. No. Se trata ,en cambio, de hacerse fuerte, para que si llega el golpe bajo, no te pueda tumbar.
Por eso, a Lara (y a todo aquel que esté en una situación similar), yo le diría que no se deje engañar por esa comodidad que tiene en casa: probablemente sus padres que se ocupan de ella, alguien que le hace la comida, los amigos, alguien que habla su idioma y entiende sus problemas. Sí, a todos nos encanta.
Pero, paradójicamente, cuánto mas protegido te sientes, más vulnerable eres al mundo exterior porque es precisamente esa protección la que impide que desarrolles las habilidades específicas que te permitirán sobrevivir luego.
Por tanto, hay que salir fuera, hay que probar nuevos mundos y experiencias y trabajar duro para conseguir lo que quieres. Sólo así conseguirás hacerte más fuerte y que, en el futuro, la precariedad del desempleo no te tumbe.
3) Generalmente, el golpe más duro es el más efectivo
En línea con lo anterior, enlazo ahora para contestar las preguntas más técnicas.
Cuando la gente me pregunta ¿qué es más efectivo? ¿qué me vaya a trabajar o a estudiar? ¿puedo ir con un nivel beginner o debo esperar a tener un nivel intermediate? me imagino que es como si la persona que te va a dar un golpe te preguntase justo antes de darte: ¿Cómo quiere que le de el golpe? ¿Suave o duramente?
Perdonadme la metáfora tan violenta, pero es así. Cuando la vida se pone a dar golpes, los da de todo tipo y no son precisamente suaves: la muerte de un familiar, una enfermedad, un accidente. Son, generalmente, situaciones que dan un giro radical a tu existencia y que te fuerzan a cambiar totalmente.
No es exactamente ni siempre igual con el inglés, pero sí puedo afirmar que cuánto más duro es el cambio, más aprendes.
¿Ir a estudiar o trabajar? Si quieres realmente aprender inglés intenta, sobre todo, ir a trabajar en un lugar donde no tengas muchas posibilidades de entrar en contacto con hispanohablantes. El trabajo siempre lo puedes combinar con unas horas de estudio de inglés en una academia.Lo importante es que te enfrentes al idioma desde el primer momento.
Otra opción, es la de hacer un curso que no sea de inglés (marketing, cocina, manualidades, lo que a ti te guste, etc.). En ese caso, también te verás forzado a hablar con nativos y, por tanto, aprenderás más. Se trata, de que una vez ya decididos a emigrar, le saquemos a la situación el mayor provecho posible.
¿Trabajar en qué? La elección del trabajo que quieres hacer depende del mercado laboral y del nivel de inglés que tengas. Por tanto, si tu nivel de inglés es bajo, no tendrás muchas posibilidades de elegir. Deberás optar por cualquier trabajo que te permita hablar un mínimo de inglés: aupair, camarero/a, cocinero/a, etc. A medida que aumenten tus conocimientos de inglés, y tengas más especialización en un tema, más fácil será para ti escoger trabajo. Antes de ese momento, no podrás hacerlo.
Nivel de inglés adecuado. Sí, efectivamente, es mucho mejor ir con un nivel de inglés alto que con un nivel bajo porque el golpe será menos duro. Por ello, es importante que antes de marcharte estudies todo lo que puedas. Ahora bien, si no tienes recursos ni tiempo para hacerlo, hay que tirarse a la piscina de todos modos y marcharse.
Tiempo de la estancia. Lo he dicho muchas veces. Cuanto más tiempo, mejor. Por eso, si puedes estar más de 6 meses, hazlo. Piensa en, al menos, dos años. Sí, porque inglés de verdad no se aprende en 6 meses.
Cuando dices: "Quiero estar sólo 6 meses", creo que estás hablando desde la comodidad. La misma comodidad que nos ciega los ojos y de repente nos deja en el paro.
Habrá quien dirá ¿dos años? ¡qué barbaridad! No sé cuántos años tiene Lara, pero puedo asegurar que cuando se tienen menos de 40 años, dos años no son nada. Se olvidan rápidamente y pasan volando. Pero esto sólo lo descubres más tarde, cuando tienes más de 40 años.
4) Conoce a lo que te enfrentas y dale la vuelta a la adversidad
No se trata, de que con el cambio tan brusco de vida, caigas en una depresión y te pases todo el día llorando y llamando a España (o a tu país de origen) para hablar con tu familia y amigos.
Por eso, es importante saber a lo que te enfrentas y tener la actitud mental correcta.
Si alguien te ignora porque no sabes hablar, si no te entienden, si no les entiendes, si te sientes incomprendido/a; no te hundas. Es parte del proceso; es la forma en que se aprende. Tienes que pensar que todo esto de resultar incomprendido, o de no comprender, no tiene mayor importancia, en realidad, todo depende de cómo tú te lo tomes. Si te lo quieres tomar a la tremenda y sentirte desdichada/o cada día, allá tú. Pero debes saber que también existe otra opción, que es la de ignorar el dolor y seguir adelante. Cuanto más optes por esta segunda opción, mayor libertad tendrás en el futuro para escoger el trabajo que quieras hacer. Te convertirás en la "conductor/a de tu destino".
Por lo demás, en los momentos duros recuerda siempre que hay gente que te quiere, que está contigo, y que te ayudará. Adicionalmente, nos tienes a nosotros aquí en el blog para ayudarte con las dudas y con muchos otros consejos que seguro te servirán para pasar el mal trago. Al fin y al cabo, este blog nació precisamente para ayudar a personas como tú.
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2 comentarios :
Hola. Yo voy a vertir mi opinión desde el punto de vista laboral, no de estudio del inglés en un país anglosajón. Resido en España y acá el paro es bestial y veo a muchos universitarios sobre todo "escapando". La verdad es que con la crisis muchos emigran en busca de un futuro mejor. La cuestión es compleja porque se ve fácil (me voy y a ver si me apaño y vivo mejor que en mi pais y ya regresaré cuando todo cambie, o nunca regresaré, quién sabe), pero hay que tener recursos para marcharse y dejar tu vida atrás. De ser una via segura, muchos jóvenes en paro se habrían ido hace mucho. A mí una vez una maestra de inglés me dijo: "vete a Inglaterra, no hace falta medios, los tienes allí". Insisto, decirlo es fácil, pero en la práctica no. Quien pueda (no solo hay que querer) que lo haga. Un saludo.
Sin lugar a dudas es muy importante hablar la segunda lengua en parlantes y la primera lengua economica.
Especialmente en esta época de tanta turbulencia en el mercado laboral
Solo deseo agregar que una excelente herramienta para ayudarse en el aprendizaje son los traductores automaticos.
El problema es que muchas veces traducen terriblemente.
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