Llevo varios años dando cursos de inglés en empresas tanto PYMES (pequeñas y medianas) como grandes multinacionales. Con base en esta experiencia, me gustaría dar algunos consejos sobre el tema de la contratación de estos cursos.
1) Es imprescindible contar con un plan de formación sobre la enseñanza de inglés. No se trata de elaborar un documento infumable que nadie tiene interés en leer ni aplicar. Se trata de algo tan simple de poner sobre papel:
Resulta curioso, pero me he encontrado con no pocas empresas (algunas grandes multinacionales incluso) que se toman la enseñanza del inglés como un hobby, algo así parecido a dar a los empleados bonos para que vayan al gimnasio o a clases de yoga para relajarse. Si lo que se pretende es que lo empleados mejoren verdaderamente su nivel de inglés hay que ser serios y dedicar algún tiempo a planificar y determinar exactamente cómo se llegará a la meta.
2) Medios:
- Presupuesto: Lo barato cuesta caro. Si la academia cobra un precio excesivamente bajo en relación a la media del mercado (la media está entre 35 a 45 euros la hora), significa casi con toda probabilidad que paga al profesor demasiado poco. Si un profesor cobra demasiado poco (menos de 18 euros la hora, es poco en el 2008)se irá rápidamente a la competencia y dejará el curso a medias. Recuerdo que una vez un alumno en una importante multinacional me dijo: "tú eres la primera profesora que está conmigo más de tres meses." Por lo visto, mi academia era la que mejor pagaba a sus profesores. Por esta misma razón, es bueno saber qué porcentaje del precio se paga al profesor.
- Continuidad del presupuesto: En otra empresa que estuve, cortaban los cursos a mitad porque se acababa el presupuesto. Pésima política que obligaba a la academia a buscar a otros profesores y perjudicaba también a los alumnos que debían empezar de nuevo con otro profesor y método. Por tanto, es importante asignar un presupuesto mínimo de dos años, tres y cuatro años mejor.
-Designación de espacio: Para las clases hay que designar una sala que pueda estar siempre disponible. Es cierto que en muchas empresas falta espacio, pero no se puede llegar al extremo de no prever dónde tendrán lugar las clases. Recuerdo que una ocasión una aireada secretaria me echó a mi y a mi alumna de una sala porque no le gustaba que se diera la clase en esa sala que era solo de su departamento y la alumna pertenecía a otro departamento. Terminamos en un sitio sin calefacción, con humedades y muebles rotos. Se trata de una multinacional que factura millones. Ejemplos de lo contrario también he tenido. Actualmente doy clases en una multinacional alemana que no tiene mucho espacio en sus instalaciones, pero siempre la persona encargada de los cursos está atenta y me asigna otro lugar para que pueda dar la clase.
- Materiales: Es conveniente que la sala designada tenga una pizarra, marcadores y conexiones para material audiovisual.
3) La persona encargada por la empresa de contratar los cursos debe ser una persona con algunos conocimientos de idiomas y con competencia sobre la materia. No se puede tener al mando de la enseñanza del inglés en la empresa a un trabajador enfadado que tiene que ocuparse de la organización de los cursos en sus horas libres y que ignora completamente qué es lo que tiene que hacer.
4) Selección de la academia: Es fácil equivocarse con la selección de la academia si se mira sólo el precio de los cursos. Hay sobre todo que buscar que ofrezca buenos profesores.
El profesor es sin duda la clave para que la enseñanza tenga éxito. Incluso un mal alumno progresa con un buen profesor. |
Si una academia es muy barata es muy probable que contrate a "mochileros", es decir, nativos que vienen de vacaciones y necesitan algo de dinero para sufragar sus gastos. Además de no tener la formación adecuada, lo más frecuente es que dejen el curso en cuanto les salga una oferta mejor en cualquier otro campo.
Un buen profesor, como cualquier buen profesional, se paga. Hay que fijarse en la experiencia y formación del profesor. Por tanto, antes de decidirse por una academia es buena política pedirle que envíe el currículum del profesor seleccionado y hacerle una pequeña entrevista.
5) Medir el progreso: Si el objetivo principal es que los empleados mejoren su nivel de inglés, hay que determinar cómo se medirá ése progreso. Se puede pedir a la academia un informe de progreso trimestral y la realización de exámenes periódicos. Pero, cuidado con los extras. La realización de exámenes e informes se paga como un extra, generalmente en tiempo medido en horas de clases. Más de una academia para poder ofrecer un precio bajo, oculta al profesor la realización de tareas extras y, al final, el profesor termina enfadado por tener que realizar trabajo adicional gratuito que nadie le mencionó al comienzo de su contrato. Por tanto, a la hora de contratar la academia y solicitarle la realización de informes y exámenes es recomendable cerciorarse si ese trabajo extra será también remunerado para el profesor.
6) Continuidad de las clases: Hay algo que las empresas suelen olvidar con frecuencia respecto a la contratación de profesores y es que el sueldo del profesor lo conforman solo aquellas horas que imparte verdaderamente y las canceladas anticipadamente según contrato (se suelen pagar las clases canceladas con menos de 48 o 24 horas de antelación). Si le cortan el curso a mitad del año, se marchará. De igual forma, si un alumno decide cancelar un mes entero por vacaciones o picos de trabajo, el profesor se irritará y se terminará marchando (la demanda de profesores de inglés es alta).
La lógica de estas cancelaciones nunca la he llegado a entender porque es como si en tu casa, le dices a tu asistenta: "este mes no venga, que no vamos a estar." Lo más probable es que la asistenta se marche; pérdida que sobre todo duele cuando se trata de un buen trabajador.
Por lo demás, las clases deberían además planificarse de septiembre a julio, sin más interrupciones que las vacaciones de la empresa. Esto le dará cierta estabilidad y seguridad al profesor, evitándose así que se marche antes de acabar el año. Es bastante frecuente que se ofrezcan contratos de menos de 9 meses, con varias interrupciones de vacaciones. Tampoco es infrecuente que la empresa desconozca hasta último momento cuándo empezará el curso y cuándo acabará. Esta política provoca un baile de profesores (los buenos siempre pueden irse al mejor postor) que no beneficia a nadie.
7) La selección de los alumnos aptos para dar clases: Este es un tema muy importante, sobre todo porque los alumnos no pagan de su bolsillo las clases; por tanto, cualquier excusa suele ser buena para dejar el curso a medias.
Hay que seleccionar a gente motivada que se comprometa a asistir todo el año. |
No suele haber problemas de motivación cuando el objetivo de aprender inglés está vinculado a una meta concreta. Hace un tiempo tuve un alumno que necesitaba mejorar su inglés para marcharse a China a trabajar en una filial de su empresa. En seis meses logró lo que otros alumnos no logran en tres años. No perdía una sola clase, ni la concentración un sólo segundo. Pero, los casos así son los más escasos. Lo normal es que la persona necesite el inglés pero sin un objetivo muy concreto.
Si no los empleados aspirantes a estudiantes de inglés no tienen objetivos concretos, hay que crearlos, por ejemplo: quien se apunte inglés debe pasar uno o dos exámenes al año. Si no se está dispuesto a pasar esos exámenes, no hay curso. |
En mi opinión, la gente poco seria no debería tener derecho a las clases de inglés gratuitas en la empresa; sobre todo porque en los grupos estas personas ralentizan el aprendizaje de los que sí están dispuestos a aprender.
Por otro lado, una vez que la empresa se ha decidido contratar un curso de inglés, resulta completamente incoherente no permitir al empleado asistir a clase o molestarte con el teléfono durante la clase. Sólo se le debe interrumpir al trabajador en las emergencias, de lo contrario es mejor que no se den clases en la empresa. Esta situación la he vivido en más de una empresa. Recuerdo a una secretaria que era interrumpida por su jefe cada 10 minutos; tenía que localizar a alguien o poner una llamada. Al final, la chica acabó desistiendo de las clases por desesperación.
8)Formación de los grupos: Es un error pretender abaratar costes creando grupos de diez personas. El número máximo de personas por grupo debe ser 5, en caso contrario, las clases no suelen ser efectivas. Además, suele ocurrir la paradoja de que los grupos más numerosos sean los de principiantes, precisamente quienes más necesitan atención exclusiva para aprender.
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5 comentarios :
como LAE lectura con puntos muy utiles a analizar ;)
Hola Mónica!!! siempre he dicho...hasta hoy...que el ingles no es para mi...pero sabes lo intentaré, es realmente necesario, lo se, pero este blog me motivo y mucho, tengo la esperanza de aprender, y tengo que confidenciar que no se nada de nada "0" así es que es un desafío...en un tiempo mas iré contando si me resulta (seré constante en el estudio) ahora mismo comienzo...I am very happy!!!
María Eugenia
María Eugenia: Me parece muy bien. ¡Ánimo! Saludos
Hola
me encanto la pagina creo que es una buena manera de poder motivar a lso alumnos a seguir el ingles
cro que es algo muy imprtante a futuro, como ya se esta viendo hoy en dai que es algo ya muy necesario
desiaria si me puediera dar algunso consejos como para poder guiamer bien o como para saber mi nivel de ingles seria algo muy interesante, desiaria poder aprenderlo, futuro queiro segui uan carrera profesional ustde mepodria explicar?
Mariana
Mariana Puedes hacer un test de gramática aquí.
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